sábado, 6 de enero de 2007

Elecciones presidenciales en venezuela 2006

Las elecciones presidenciales en Venezuela 2006. Perspectivas Políticas e Implicaciones para América Latina.

Dr. Juan Eduardo Romero Jiménez[i]
Juane1208@yahoo.com

Introducción

El pasado 3 de diciembre, se llevaron a cabo las elecciones presidenciales en Venezuela. La disputa estaba concentrada en las candidaturas del actual presidente Hugo Chávez Frías y la de Manuel Rosales, Gobernador del estado Zulia[ii]. Toda la campaña estuvo signada por una dinámica discusión en torno a la construcción de procesos enmarcadores[iii], a través de los cuales definían su perspectiva y visión acerca de la democracia, el sistema político y la utilización de la renta petrolera.
Para Chávez, la campaña se construyó sobre el eje de una confrontación con los intereses de los EEUU en la región, sobre la idea de profundizar el “proceso revolucionario” adelantado desde su llegada al poder en diciembre de 1998, a través del mantenimiento del conjunto de Misiones que implementó sobre todo a partir del año 2003.
La campaña de Rosales, estuvo marcada por las constantes críticas al uso de la renta petrolera por parte del gobierno de Chávez, haciendo hincapié en la práctica desarrollada de apoyar económicamente a otros países, utilizando para ello recursos provenientes de la bonanza petrolera.
Adicionalmente, ambos candidatos decidieron establecer una disputa por el electorado clave: los estratos D y E, que representan más del 80% de la población con derecho a voto e inscrita en el Registro Electoral Permanente (REP)[iv]. La lucha se adelantó a través de las diversas propagandas políticas desplegadas en los medios de comunicación social. Fueron meses de constante actividad y movilidad por parte de ambos candidatos, en su búsqueda de las preferencias del electorado.

LOS TEMAS EN LA CAMPAÑA DE CHÁVEZ

Para Chávez, la campaña se presentó como una disputa con los intereses de los EEUU. Desde un comienzo el Comando Táctico Nacional (CTN) del partido Movimiento Quinta República (MVR) estableció que la línea temática para desarrollar la campaña electoral del 2006 sería una confrontación con la intención del gobierno de George W. Bush por inmiscuirse en los asuntos internos de Venezuela[v]. No hay duda del profundo carácter ideológico de esta propuesta. Se trataba de recurrir a una estrategia de deslegitimación y minimización del candidato opositor al reducirlo a una simple representación de los intereses de los EEUU en la región.
Esta estrategia, buscaba obtener simpatías basadas en el rechazo que la política de Bush tiene en general en América Latina, pero al mismo tiempo corresponde a la perspectiva de ampliar la representación del liderazgo internacional de Chávez. Para el CTN se trataba no de una simple elección, sino de la confrontación con la más grande potencia del siglo XX- XXI, con una enorme capacidad económica y un amplísimo soporte militar[vi].
Para lograrlo el chavismo se planteó la meta de alcanzar los 10 millones de votos, del total del electorado inscrito en el REP. Se establecieron unas metas específicas por cada uno de los diversos estados que conforman política y administrativamente la República Bolivariana de Venezuela, tal como se desprende del siguiente cuadro tomado del Diario El Nacional:



La meta de los 10 millones, resultaba sumamente ambiciosa y conllevó a una declaración del propio presidente en donde reconoció que era matemáticamente imposible alcanzarla[vii]. No obstante, insistió durante toda la campaña en la necesidad de ganarle por amplio margen al candidato del imperio, tal cómo se refería a Manuel Rosales.
Chávez, insistió en asignarle a la campaña una representación simbólica, asociada cómo en otras ocasiones con una lectura maniquea de la historia de Venezuela[viii]. En este caso, denominó la campaña electoral cómo Batalla Miranda, en honor al Bicentenario del arribo de Francisco de Miranda, precursor de la Independencia de Venezuela, a las costas de Coro, en el estado Falcón en 1806. La Batalla Miranda, tal cual cómo sucedió con la Batalla de Santa Inés[ix], se transformó en la estructura enunciativa del proceso a través del cual el chavismo buscaba ratificar su hegemonía en el sistema político venezolano[x].
Para el chavismo, la enunciación simbólica de “lucha contra el imperialismo” tenía la intención de impulsar la participación política, para ello empleó la estrategia comunicativa manejada en la elección de agosto de 2004, en cuanto hacían referencia al impacto de la política económica, a través de las diversas misiones desarrolladas e insistió en que la salida – eventual- del gobierno, significaba la paralización de esas obras. Chávez y sus asesores comunicacionales, desarrollaron un tipo de campaña que encaja en la denominada “campaña permanente”[xi]. Visualmente, esa campaña empleo – recurrentemente- la imagen de las obras del gobierno cómo un mecanismo para reafirmar su voto en los estratos D y E (figura 1)






La efectividad de esta estrategia comunicacional, de esta forma de comunicación política se demostró en los resultados de la elección presidencial: el chavismo obtuvo una victoria indebatible. Ahora bien, durante toda la campaña electoral – que duró entre agosto y diciembre- experimentó algunas variaciones destinadas a obtener votos en los estratos B y C, en los cuales mantenía un rechazo importante el chavismo. El cambio en el desarrollo del tema de campaña de Chávez, debe ser ubicado en un contexto de un progresivo endulzamiento de la visión del candidato Chávez, en los estratos medios y altos de la sociedad venezolana, que según algunas encuestas eran los que más resistencia demostraban ante las propuestas del chavismo, tal cómo se desprende del siguiente estudio (Figura 2. Encuesta Survey Fast. Noviembre 2006, http://www.e-lecciones.net/novedades/archivos/eleccion06.ppt ):


Esta resistencia, de los estratos sociales A, B y C, debe ser entendida en un contexto socio- político en el cual Chávez ha ubicado lo que Adam Pzeworsky denomina electorado clave: es decir aquel que puede inclinar o no la balanza en un proceso electoral. Para el caso de Venezuela, los estratos A,B y C, no son decisivos para inclinar la balanza electoral, en comparación con los estratos D y E – en donde el chavismo mantiene la preferencia del votante- pero los estratos medios y altos, son claves para el desarrollo de las políticas públicas, dado su mayor formación académica. Precisamente esto explicaría, la campaña lanzada por el chavismo, cuyo tema fue POR AMOR, destinada a suavizar la radicalidad y el extremismo del discurso del presidente, buscando con ello el aumento del caudal electoral en los grupos A, B y C.
La campaña POR AMOR, no sólo manejo un discurso menos radical, sino que además suavizó el tradicional empleo de colores fuertes en la propaganda de Chávez. La utilización de colores claros, daba un mensaje menos pasional y extremo, que el característico color rojo empleado por el chavismo en la mayoría de sus propagandas electorales. El paso del rojo en la propaganda al azul claro – por lo menos en un instante de la campaña- procuró alcanzar ese electorado que tradicionalmente demostró un rechazo al manejo adelantado por el candidato presidente.
La tradicional propaganda chavista, hace hincapié en el color rojo, asociado al proceso revolucionario y que normalmente sirve de marco para anunciar las obras de gobierno (figura 3). En contraste la propaganda de POR AMOR buscaba mediante el empleo de un color más claro cómo el azul y el verde, suavizar el discurso del presidente (figura 4), haciendo alusión a que todo lo desarrollado por el presidente Chávez ha sido Por Amor.

Figura 3. Archivo personal Juan Romero

Figura 4. Archivo personal Juan Romero.

No hay duda, que los asesores de imagen de Chávez, le recomendaron esta estrategia, que logró los resultados esperados, por lo menos es lo que se puede inferir de los resultados electorales. Comparativamente, al analizar la votación del chavismo en los dos últimos procesos electorales importantes a nivel nacional (elecciones de agosto de 2004 y las presidenciales de diciembre de 2006), se observa no sólo un crecimiento de la población electoral, sino que además el caudal electoral del chavismo aumento, en forma significativa, tal cómo se desprende de este cuadro:

Año y Tipo de Elección
Población Electoral
Abstención Electoral
Votación obtenida por el Chavismo
Agosto de 2004
Referendo Revocatorio
14.037.900
30.08%
5.800.629
Diciembre de 2006
Elección Presidencial
16.103.235
25.94%
7.300.388
Fuente: Elaboración propia en base a datos tomados del Consejo Nacional Electoral

La estrategia de continuidad de la gestión política fue efectiva. El triunfo de Chávez y el manejo que realizó del impacto de las misiones demuestra cómo al ubicarse el electorado clave, y actuar en función de la satisfacción de los intereses del mismo, puede asegurarse una elección. Estudios de opinión, ya señalaban para mayo- junio de 2006, que la población consultada en los estudios tenía una enorme aprobación de la gestión desarrollada en las misiones:

Figura 5. Estudio de Hinterlaces Mayo 2006.
http://www.e-lecciones.net/novedades/archivos

El chavismo, en el proceso de diciembre de 2006, ratificó un proceso de transformación del sistema político venezolano, que ha pasado de un sistema multipartidista a un sistema de partido dominante[xii], en donde claramente resalta una fuerza política: el Movimiento Quinta República (MVR) fundado por el propio Chávez en 1997, con 4.822.175 votos.
A pesar, de la dominación preponderante del MVR, el 2007 se avizora como un proceso de construcción en torno a un frente político único, que el propio Chávez ha denominado Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que pretende concentrar las fuerzas políticas gravitantes alrededor del liderazgo personal de Chávez.
Partidos como PODEMOS, que obtuvo 756.742 votos, Patria para Todos (PPT) con 594.582 o el Partido Comunista de Venezuela (PCV) que obtuvo 340.499 votos, se ven en la disyuntiva de incorporarse a esta propuesta de Chávez, que aun no está lo suficientemente clara, pero que de entrada señala cómo aquellos que no lo acepten quedaran fuera de las estructuras de poder, el propio Chávez afirmó: “Los partidos que quieran manténganse, pero saldrán del gobierno. Conmigo quiero que gobierne un partido. Los votos no son de ningún partido, esos votos son de Chávez y del pueblo, no se caigan a mentiras.”[xiii].
Lo paradójico de este accionar, es que el MVR se había venido consolidando cómo una fuerza política importante, y no sólo el partido de Chávez, agrupaciones como PODEMOS[xiv], el MEP[xv], PPT, PCV, entre otras habían aumentado su caudal electoral en los últimos procesos comiciales, pero a pesar de ello las directrices emanadas en esta etapa del “proceso revolucionario” parecen que derivan en una estructura monolítica conformada alrededor del liderazgo personal de Chávez.
Esto arroja dudas acerca de la naturaleza del sistema democrático, sobre todo en lo concerniente a la calidad de la discusión interna en los partidos agrupados alrededor de la figura de Chávez. Figuras tan importantes, como Francisco Ameliach[xvi] – diputado a la Asamblea Nacional, miembro del CTN y máximo representante del Comando Miranda de Chávez- han expresado, en el mismo tono del presidente de la República, que aquellos disidentes de la idea del partido único tendrán que someterse o irse de las estructuras de poder nacional.
La advertencia de no tolerancia de las disidencias, produjo un fenómeno de aceptación del partido único, caracterizado por la autodisolución de buena parte de las organizaciones nacionales, regionales y locales[xvii] que apoyaron a Chávez en la etapa 1998-2006. En resumidas cuentas, las elecciones del 3 de diciembre no sólo generaron la desaparición electoral de fuerzas políticas de gran tradición cómo AD, COPEI y el MAS[xviii], sino que produjo que las fuerzas políticas pro-chavistas iniciarán el camino de su disolución, en una idea que en nada se acerca al planteamiento de bloque histórico de Antonio Gramsci y que compromete la naturaleza y el sentido de la democracia en el país.

IMPLICACIONES DEL TRIUNFO DE CHÁVEZ PARA AMÉRICA LATINA: PETRÓLEO, SOCIALISMO, INTEGRACIÓN SUBREGIONAL Y SEGURIDAD HEMISFÉRICA.

El triunfo de Chávez, debe ser visto en un contexto más amplio. No hay duda que la bonanza petrolera ha contribuido al desarrollo por parte de Chávez de una campaña de proselitismo político por toda América Latina, destinada a dos objetivos: 1) la expansión de una idea muy tenue de socialismo del siglo XXI, pensado en función de la organización de los movimientos de izquierda – no sólo en Venezuela- cómo una opción de poder y 2) la integración subregional y el planteamiento de una unidad que incluye el tema de la seguridad hemísférica, ante la incidencia de los EEUU en la región.
Con respecto al primer objetivo, Chávez ha planteado la necesidad de hermanar los esfuerzos de los movimientos de izquierda en todo el continente sudamericano, en un esfuerzo por constituirse en un bloque socio-político importante. La perspectiva de Chávez, debe ser enmarcada en la interpretación – muy sui generis- que el propio presidente hace del pensamiento bolivariano del siglo XIX[xix], en torno a la constitución de una gran república, que reuniera las naciones surgidas de la disolución del nexo colonial español[xx].
Chávez asocia reminiscencias del pasado glorioso bolivariano, su sueño de integración latinoamericana, con los planteamientos e ideas revolucionarias surgidas en torno al denominado socialismo real[xxi]. Esta mezcla, es sin lugar a dudas posible, dentro del contexto ideológico del Presidente de Venezuela, pero en la práctica conlleva complicaciones muy diversas.
En primer lugar, el proceso de integración se hace dificultoso, más aun cuando aisladamente cada uno de los países del subcontinente sudamericano ha adelantado negociaciones individuales con los EEUU[xxii], pero aparte de esta consideración está la propia división y diversidad socio- política latinoamericana, tanto desde el punto de vista ideológico ( poco en común tienen el presidente colombiano Álvaro Uribe con Chávez o Evo Morales), así cómo en lo que respecta a las perspectivas económicas y la configuración de los Estados Nacionales.
Económicamente, la prosperidad de Venezuela y Brasil, contrasta con las dificultades de Ecuador, Bolivia, Paraguay y Uruguay. Las perspectivas de crecimiento económico de estos países varían en mucho entre sí, tal como queda señalado en el Informe de la CEPAL sobre América Latina para el año 2006, y cuyo cuadro en lo que respecta al PIB reproducimos a continuación:


Esta variabilidad en algunos indicadores macroeconómicos, genera impacto sobre cualquier meta o intento de integración entre los países sudamericanos, para restringir geográficamente las ideas de Chávez. Los contrastes serían mayores, cuando consideramos además el factor socio-político. Las condiciones de la democracia en cada uno de los países sudamericanos son heterogéneas. La estabilidad y hegemonía que disfruta Chávez, no tiene nada que ver con la fragilidad y volatilidad política a la que se enfrentan Evo Morales en Bolivia o Rafael Correa en Ecuador, por sólo citar dos ejemplos. Pero a pesar de eso, el liderazgo y arrastre popular que tiene Chávez en Latinoamérica y las ventajas que la bonanza económica le genera, son un factor que concurrentemente debe ser analizado al tomar en consideración la incidencia del chavismo en la Región.
Las posibilidades de auxilio financiero, de apoyo institucional, de subsidio petrolero, de formulación de proyectos conjuntos, tomando como base las enormes entradas de dólares generadas por la bonanza petrolera venezolana, ya han sido evidenciadas en anteriores ocasiones.
Chávez ha establecido con Bolivia y Cuba, acuerdos asociados a subsidios económicos, dentro del denominado Tratado Comercial de los Pueblos (TCP), que incluyen proyectos por un monto aproximado de 1.500 millones de dólares, que incluyen la construcción – a través de Petróleos de Venezuela (PDVSA)- de una planta petroquímica, otra de GTL y plantas parta aumentar la producción de Gas Licuado, así cómo la inversión de más de 800 millones de dólares en exploración y explotación de hidrocarburos[xxiii].
Este tipo de desenvolvimiento, ya había sido esbozado desde Agosto de 2000, cuando anunció el Acuerdo Energético de Caracas, en el marco de la Cumbre OPEP, y dibujó la estrategia de lo que se ha dado en llamar la “diplomacia del petróleo”. Esa diplomacia del petróleo esta pensada en función de compensar los constantes ataques a los que ha sido sometido internacionalmente la gestión de gobierno de Chávez. A través de ella, Venezuela ha redefinido sus alianzas estratégicas y militares, así cómo las relaciones con sus tradicionales socios comerciales, básicamente con los EEUU, por lo menos discursivamente, pues en la práctica las relaciones comerciales entre Venezuela y la potencia hegemónica en el mundo, se ha mantenido incólume, tal cómo se desprende del siguiente cuadro:

(Figura 6. Fuente: EL Nacional)

Chávez, ha desarrollado a lo largo de su gestión una política de afirmación de la presencia diplomática de Venezuela, a través de subsidios económicos, acuerdos comerciales, contratación con grandes consorcios internacionales, anuncios provocadores en lo que respecta a la posición política del país a nivel internacional, todo ello en función de atraer la atención de los grandes titulares, cómo efectivamente lo ha hecho. Al mismo tiempo, entre el 2000 y el 2006, el gobierno de Chávez desarrollo a través de esa diplomacia petrolera, una serie de acuerdos y erogaciones económicas, con países tan variados como Brasil, Cuba, Uruguay, Paraguay, Ecuador, Argentina, entre otros, que cubren un total de 20 millardos de dólares (Figura 7. Fuente: EL Nacional):


Ese accionar, ratifica la capacidad que tiene la diplomacia venezolana para incidir en el desarrollo económico de la región, sobre todo considerando los aportes que puede realizar tomando en consideración la inmensa disponibilidad económica derivada de los ingresos petroleros.
El segundo objetivo, de la estrategia política del chavismo, esta referida a una política de contención destinada a crear “barreras diplomáticas” a la iniciativa adelantada por el Gobierno de EEUU en lo que respecta a la Seguridad Hemisférica y los procesos de integración económica.
En relación a la Seguridad Hemisférica, el hecho que la Doctrina de Seguridad anunciada por el Gobierno de George Bush, en mayo de 2006, identifique lo que se ha dado en llamar amenazas a la seguridad de su gobierno y entre ellas esta la derivada de los “estados problemas”, entendidos como Estados que se resisten u oponen a los intereses de los EEUU, ha incidido en la radicalidad del discurso de EEUU en contra del gobierno de Chávez y viceversa. No hay duda, que el accionar del gobierno de Chávez con respecto a los EEU, entra en esta categoría definida por los organismos de seguridad del gobierno de Bush.
El chavismo, a nuestro entender, ha transitado por dos etapas en sus relaciones con los EEUU. Una primera etapa, surgida entre 1998-2001, de indiferencia y adaptación eminentemente pragmática, en donde el diálogo entre Venezuela y EEUU era incómodo para ambos, pero no disruptivo. En esta etapa, sí bien se producen algunos roces sobre todo referido al desarrollo del Plan Colombia y el apoyo que los EEUU le prestó al gobierno de Andrés Pastrana, no hubo grandes enfrentamientos.
En una segunda etapa, entre 2002 hasta los actuales momentos, enmarcada en lo que puede llamarse una confrontación ideológica, el gobierno de Chávez y el Gobierno de Bush, han estado sumidos en una constante confrontación que ha ido más allá de las meras palabras de funcionarios, para pasar a mediaciones o intentos de intervención directa en situaciones críticas en Venezuela[xxiv].
El Gobierno de EEUU, ante la radicalidad discursiva y la acción ejercida por el gobierno de Chávez, oponiéndose a los intentos de conformación y ampliación del ALCA, se ha inclinado por incrementar la asfixia y la presión sobre Venezuela y el tipo de diplomacia adelantada por el gobierno. Una muestra de ello, viene dada por un lado, en el accionar de los EEUU ante la candidatura de Venezuela a un puesto no permanente en el Consejo de Seguridad, en el mes de noviembre del 2006, cuando a través de su embajador en la ONU John Bolton, se opusieron activamente a esa candidatura, apoyando e impulsando a Guatemala como una opción más equilibrada – en la visión de EEUU- para ese importante puesto[xxv]. Por otra parte, los EEUU bloqueo diversos intentos del Gobierno de Chávez por actualizar y modernizar su armamento, decretando un embargo a las ventas de armas al gobierno venezolano que contengan o empleen tecnología norteamericana[xxvi].
Estas acciones, no han hecho sino ratificar la intensión radical del gobierno de Hugo Chávez, quién ha encontrado las motivaciones perfectas para acercarse a otros polos de poder en el nuevo orden internacional. Nos referimos específicamente al acercamiento de Chávez a los gobiernos de China y Rusia, en quienes ha encontrado apoyo para su intención de modernizar el parque y las estrategias de las Fuerzas Armadas nacionales (FAN).
Chávez, ha firmado acuerdos comerciales con Rusia, entre los que resalta la adquisición de fusiles AK-47, la instalación de fábricas para su producción, la compra de helicópteros MI-17, así cómo aviones SU-30, toda la transacción tiene un estimado de más 1000 Millones de dólares$[xxvii]. Entre el 2005-2006 el gasto militar del gobierno de Chávez se ha incrementado enormemente, como parte de la estrategia del gobierno para enfrentar una eventual invasión por parte de fuerzas de EEUU.
(Figura 8. El Nacional)


Sí se asocia la bonanza petrolera, la posición de Venezuela ante el planteamiento subregional de Seguridad de los EEUU, y la diplomacia petrolera desarrollada por Chávez, se tiene un cuadro de relaciones internacionales sumamente difícil para los intereses norteamericanos en el contexto social y político del 2007[xxviii]. La forma en que Chávez triunfó en las elecciones de diciembre de 2006, le aseguran una estabilidad política sin precedentes: relegitimado por seis (6) años más, control absoluto del Poder legislativo hasta el 2010, control de los poderes regionales y locales (tiene a su favor a 21 de los 23 gobernadores de estado, a 282 de los 333 Alcaldes), una oposición que no tiene muchas opciones de representación política en lo inmediato. Con todo ello, tiene posibilidades de dedicarse en el 2007 a la ampliación de su liderazgo en Latinoamérica, ante la eventual tranquilidad interna que experimentará.
Sus intentos por ampliar los términos del TCP, la perspectiva de llevar adelante una tarea de integración que tenga como pivotes estratégicos las riquezas petroleras, gasíferas y económicas de Venezuela, Brasil, Ecuador, Bolivia, en un intento de disminuir la incidencia de los EEUU en la región son muy claros. No puede olvidarse, que la perspectiva de un desarrollo de ejes geoeconómicos teniendo como puntos de apoyos al MERCOSUR ya han sido planteados, de hecho los siguientes mapas estratégicos así lo señalan, en ellos resaltan perspectivas de desarrollo del denominado Eje Andino (Figura 9), Eje Amazonas (Figura 10), Eje MERCOSUR (Figura 11), manejado por el Ministerio de Planificación en Venezuela:







En todos ellos, se dibujan unas perspectivas de integración económica, que en su planteamiento contradicen los intereses representativos de los EEUU a través del ALCA. Por eso, el 2007 se vislumbra como un año de profundas conflictividades y choques entre los intereses geoestratégicos del gobierno de Chávez y los del gobierno de EEUU.

[i] Historiador, especialista en Historia Social y Política de América Latina. Profesor Titular de la Universidad del Zulia en Venezuela. Doctor en Historia Social y Política Contemporánea de América Latina, Master en Historia Social y Política, DEA en Gobernabilidad y Gerencia Política. Miembro de RESDAL, de la Asociación de Historia Actual (AHA) y de la Asociación de Historiadores de Latinoamérica y El Caribe (ADHILAC). Investigador con más de 40 artículos y cinco libros publicados.
[ii] El estado Zulia está ubicado en la zona noroccidental de Venezuela, limita con la República de Colombia, específicamente con los departamentos de la Guajira, César y Norte de Santander. Produce más del 60% del petróleo de exportación y representa casi el 15% de la población electoral en el país. Adicionalmente es uno de los principales Estados en producción agrícola y pecuaria.
[iii] Lo entendemos como un conjunto de significados compartidos y conceptos sobre los cuales los ciudadanos tienden a definir su situación y que sirven de estímulo para la acción colectiva.
[iv] EL REP, según consta en la página oficial del Consejo Nacional Electoral (http://www.cne.gov.ve/ ) para las elecciones de diciembre de 2006 cerró con un total de 16.103.235 electores.
[v] Puede consultarse el documento elaborado por el CTN del MVR en la siguiente dirección http://www.e-lecciones.net/novedades/archivos/Estrategia%20de%20Campa_a%20de%20Ch_vez.pdf
[vi] En el citado informe se llega a afirmar: “Conceptualmente el enemigo de la revolución venezolana es el imperialismo estadounidense, es decir el conglomerado de corporaciones trasnacionales que ejercen directa o indirectamente el poder en EEUU, y que tienen en uno de sus más destacados integrantes, George W. Bush, su speaker, su relacionista público” (Idem)
[vii] En declaración reseñada por el Diario El Nacional del 13/12/2006 (A-4) afirmó: “Va a ser muy difícil que les metamos 10 millones por el buche, nadie crea que ya ganamos está batalla”.
[viii] Acerca de la interpretación de la historia de Venezuela en el pensamiento político de Hugo Chávez, puede consultarse nuestro trabajo en http://editorial.unab.edu.co/revistas/reflexion/pdfs/dem_611_4_c.pdf
[ix] Está fue la denominación dada a la organización política montada por el chavismo para afrontar el referendo revocatorio de agosto de 2004. la imagen de la Batalla de Santa Inés está asociada con la Guerra Federal (1856-1864) y Ezequiel Zamora, otro de los referentes históricos empleados por Chávez.
[x] Desde 1998, el chavismo ha logrado imponerse en 11 procesos comiciales. En algunos – cómo el recientemente finalizado- su triunfo ha sido indudable e indiscutible, en otros – cómo el referendo de agosto de 2004- han surgido dudas, no obstante el hecho real es que se han transformado en una fuerza política hegemónica y dominante en el sistema político venezolano.
[xi] Según Felipe Noguera (2003: 85), en su texto La campaña permanente, es aquella que se desarrolla durante toda la gestión de gobierno y que hace especial hincapié en los logros y en la obra del gobernante.
[xii] Al respecto puede consultarse un trabajo que se ha publicado en la revista de Historia Actual, que analiza los cambios en la dinámica política en Venezuela entre 2002- 2004. http://www.historia-actual.com/hao/Volumes/Volume1/Issue9/esp/v1i9c4.pdf
[xiii] “Chávez llama a conformar el Partido Socialista. Al socialismo no vamos a llegar por arte de magia... necesitamos un partido, no una sopa de letras.” , Prensa Presidencial. Aporrea, Caracas, 16 de diciembre, 2006. [www.aporrea.org/ideología/n87995.html]

[xiv] PODEMOS había obtenido en las elecciones legislativas de diciembre de 2005 19 representantes a la Asamblea Nacional, constituyéndose – después del MVR- en la 2da fuerza política del país.
[xv] El Movimiento Electoral del Pueblo (MEP), experimentó un resurgir político con el chavismo. Esta agrupación surgida de una división de Acción Democrática (AD) en 1967, había sufrido una progresiva perdida de su caudal electoral desde las elecciones generales del año 1988.
[xvi] En declaraciones al diario EL Nacional, el 13 de diciembre de 2006, afirmaba que “el partido único absorberá todas las militancias de esos partidos… los indisciplinados no estarán en la directrices del partido”.
[xvii] El Nacional 22/12/2006, cuerpo A-2, anuncia que 35 grupos políticos declaraban su autodisolución y adherencia al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) sugerido por el presidente Chávez.
[xviii] AD decidió no apoyar ni participar en las elecciones de diciembre, por su parte COPEI apenas llegó a obtener 256000 votos, el MAS no alcanzó el 1% requerido – apenas logró 68000 votos- para mantener su estatus de partido nacional, por lo cual queda prácticamente disuelto y obligado a recolectar las firmas requeridas – 20% del electorado nacional- para poder participar nuevamente en un proceso comicial.
[xix] El trabajo del historiador Elías Pino Iturrieta, El divino Bolívar (2004) resulta esclarecedor acerca del manejo que hace Chávez del tema Bolivariano.
[xx] En un discurso emitido en febrero de 2002, en conmemoración del intento de golpe de Estado que lideró en 1992, Chávez estableció lo que es una intento de señalar una continuidad entre su pensamiento y el de Bolívar, en torno al papel de Venezuela para la integración de América Latina, en ese discurso afirmaba: “Y vamos a decirle desde aquí a todos los pueblos hermanos de la América Latina o Caribeña, que así como 200 años contaron con el pueblo de Venezuela para abrir nuevos caminos, vamos a repetirles hoy desde esta Caracas cuna de Simón Bolívar a los pueblos hermanos que cuenten con el pueblo de Venezuela para que juntos escribamos la nueva historia de América Latina y el Caribe.”
http://www.chez.com/lito/v0154.htm


[xxi] En un acto en Bolivia, en Mayo de 2006, dijo: "El socialismo es el camino a la redención de los pueblos, a la verdadera liberación, a la igualdad y a la justicia". http://www.tni.org/altreg-docs/albatcp.htm
[xxii] Casos emblemáticos son los acuerdos que adelantó Colombia y Perú, a través de los presidentes Álvaro Uribe y Alejandro Toledo. El Chile de Ricardo Lagos, también adelantó las negociaciones de entrada al ALCA. De pos sí, estas negociaciones hacen difícil plantearse una alternativa.
[xxiii] Pueden consultarse mayores detalles acerca de los acuerdos en http://www.tni.org/altreg-docs/albatcp.htm
[xxiv] Puede consultarse los trabajos de Edgardo Lander, en Revista OSAL Nº 7, “El papel del gobierno de EEUU en el Golpe de estado contra el Presidente Chávez”. FLACSO. Junio 2002.
[xxv] Una noticia de BBC Mundo señala la clara intervención de diplomáticos norteamericanos en su intento por “persuadir” a otros países para que no votaran por Venezuela, en las elecciones por el puesto no permanente en el Consejo de Seguridad. http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_5107000/5107448.stm
[xxvi] BBC Mundo reseñaba esta situación en http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america/newsid_4774000/4774531.stm
[xxvii] http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america/newsid_5205000/5205614.stm
[xxviii] El conjunto de elecciones generadas en Latinoamérica en el 2006, colocan a una serie de gobernantes de izquierda en posiciones de liderazgo en países como Chile (Michell Bachelet), Nicaragua (Daniel Ortega), Bolivia (Evo Morales), Ecuador (Rafael Correa), que se suman al propio Chávez, a Lula en Brasil y Tavare Vásquez en Uruguay. Sí bien es difícil hablar de “una izquierda latinoamericana”, no hay duda que hay más posibilidades de entendimiento entre ellos que con los EEUU. Esto coloca al gobierno de Chávez en una posición privilegiada para incidir en la posibilidad de una radicalización de los gobiernos latinoamericanos en sus posturas anti- norteamericanas. Asimismo, el enorme desprecio y el desacierto en la formulación de políticas hacia Latinoamérica por el Gobierno de Bush, facilitan esa perspectiva.

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